ENTREVISTA AL AUTOR EN “DRAGONZ MAGAZINE”.

 De todas las entrevistas que me han realizado, y han sido publicadas o trasmitidas en diversos medios de comunicación (periódicos, revistas, programas de radio y televisión), destaco varias realizadas en los últimos cinco años, algunas de las cuales las verás transcritas en el presente blog, pues, de esta forma podrás conocerme mejor. La presente es la transcripción de la entrevista que me hizo Nacho Serapio (CEO del Grupo Dragonz) a finales del año 2018, que se publicó en el número 50 (correspondiente al mes de febrero de 2019) de la revista española de artes marciales y deportes de combate: “Dragonz Magazine”; en esta ocasión fui portada de la revista, además de aparecer mi imagen como póster central.

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SHIFU FCO. JAVIER HERNÁNDEZ.

-Mas de 1000 artículos publicados-.

 

El Shifu Fco. Javier Hernández es uno de los “periodistas marciales” con más trayectoria de nuestro país, habiendo publicado más de 1000 artículos en la mayoría de las revistas especializadas que han existido aquí.

Si tuviera que calificarlo con una palabra, diría que es una autentica “biblioteca” andante, un pozo de sabiduría marcial que parece que nunca se agota.

 

Por todo ello, esta entrevista y esta portada era una asignatura pendiente. ¿Quién es Fco. Javier Hernández? ¡veámoslo!

 

FJH: Suelo presentarme como un simple estudiante del Camino, tanto marcial como filosófico. Además de eso… estudio filosofía taoísta desde hace cuarenta y ocho años, practico artes marciales desde hace cuarenta y cinco años, las enseño desde hace treinta y ocho, publico en publicaciones marciales desde 1980, colaboro con federaciones desde 1984… una vida dedicada a mi gran pasión: las artes marciales y la cultura oriental.

 

LA PERFECTA EJECUCIÓN DE LAS FORMAS EN KUNG-FU.

 Las formas -taolu o kuen- son parte muy importante dentro del entrenamiento del Kung-fu tradicional; si bien esto es compartido por todos los practicantes de artes marciales chinas, no está tan clara la ejecución de los movimientos que las forman. Seguidamente expondré unas reglas que os ayudarán en su entrenamiento y desarrollo.

LA IMPORTANCIA DE LAS FORMAS.

Como digo, el entrenamiento de las formas es parte importante del entrenamiento del Kung-fu, pues con su práctica se garantiza la continuidad de las antiguas técnicas, impidiendo de esta forma que se pierdan en el tiempo; además, con su práctica se tonifica y condiciona el sistema muscular y articular, y se perfecciona la forma de mover nuestro cuerpo, con velocidad, coordinación y equilibrio.

 Existen formas muy variadas:

• Formas tradicionales que sirven para educar a los estudiantes en los rudimentos técnicos del estilo, con sus movimientos básicos, ya sean estos desplazamientos, bloqueos, esquivas, ataques, etcétera.
• Formas tradicionales que sirven para que no se olviden las técnicas privativas del estilo practicado, que es lo que lo diferencia del resto de estilos.
• Formas de Lik-kung, para desarrollar la fuerza y la dureza muscular.
• Formas de Chi-kung, para la educación y enfoque de la Energía Interna.
• Espectaculares formas ideadas para hacer exhibiciones y demostraciones técnicas.
• Formas ideadas para competir en competiciones de formas, etcétera.

Llegados a este punto he de decir que lo importante de la forma no es la forma en si, sino su utilidad; por ejemplo, en el caso de las formas que encierran las técnicas privativas de un estilo, lo importante no es realizar la forma técnicamente perfecta, sino saber en que consiste cada uno de los movimientos y en desarrollar perfectamente las aplicaciones técnicas en combate y en defensa personal. Por desgracia, en los últimos tiempos, se está cayendo en el grave error de obsesionarse en realizar los movimientos técnicos lo más perfectamente posible, sin pensar que esos movimientos sirven en si para algo y que son más importantes que el conjunto; el aprender una forma por la forma en si, y no por la técnica que encierra es absurdo para el practicante convencido de Kung-fu.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LAS ARTES MARCIALES CHINAS.

En los albores de la humanidad, cuando los hombres aún habitaban en las cavernas, o vivían una vida nómada en busca de nuevas fuentes de alimento (caza, pesca, frutos y raíces...) las diferentes tribus debían defenderse no sólo de una naturaleza agreste y salvaje y sus habitantes animales, sino que también debían defenderse de otras tribus o simples grupos de rapiñeros que intentaban arrebatarles sus parcas propiedades.

Es en esta oscura era de la Humanidad que el Hombre comenzó a idear los rudimentos de lo que con el tiempo se llamarían Artes Marciales.

Con seguridad, los primeros intentos de autodefensa fueron meramente intuitivos, tal y como lo hacen hoy día los primates; por un lado, golpes a mano vacía dados con los brazos, manos y puños, realizados con poca o nula pericia, empleando los brazos a modo de garrote y las manos y puños en sus extremos como si fueran simples mazas orgánicas; y por otro, empleando armas rudimentarias: palos y piedras.

Esto es lo que podría denominarse la prehistoria de las Artes Marciales, ya que denominarlas de tal forma implica la codificación de una serie de técnicas que deben estudiarse, entrenarse y realizarse consciente y eficazmente dirigidas a la consecución de una pronta y segura victoria sobre un contrincante que puede ser físicamente más poderoso que el practicante de estas Artes Marciales.
Históricamente, dadas las pruebas que nos han llegado en forma de pinturas, pictogramas, bajorrelieves, etcétera vemos que el primer método marcial que apareció en la historia es la Lucha, la cual se realizaba como método de entrenamiento guerrero, para el caso de lucha cuerpo a cuerpo con cuchillo y previniendo técnica para el caso de que el arma se cayera de las manos.

Las técnicas de pugilato, esto es, de Boxeo, aparecieron tardíamente en la Historia, ya que se pensaba que un guerrero debía atacar y defenderse con sus armas y tener el conocimiento de la Lucha para el caso del cuerpo a cuerpo referido anteriormente. 

CRÍTICA SOBRE: "LOS CINCO ELEMENTOS EN LA PRÁCTICA MARCIAL".

 

Os presento la excelente crítica que hizo sobre esta obra Benjamín Reyes, Doctor en Medicina y Maestro de Kárate; licenciado en Medicina por la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y por la Facultad de Medicina Tradicional China de la Universidad de Beijing, miembro de la Comisión Técnica de Special Olimpics (la organización deportiva internacional que organiza los Juegos Olímpicos Especiales, esto es, los realizados para los deportistas con discapacidad intelectual) y de la International Federation of Sports Medicine (la organización que tiene como principal objetivo promover el estudio y desarrollo de la Medicina Deportiva por todo el Mundo), entre otros muchos organismos de carácter internacional. También fue miembro del servicio médico durante el desarrollo de la Olimpiada Especial para Deficientes Psíquicos en los Juegos Olímpicos, en su edición de Barcelona’92. El Doctor Benjamín Reyes, además de ser un excelente profesional de la Salud, y un experto en todo lo referente a la Medicina Tradicional China, es Maestro en Karate Seidokai, ostentando el grado Renshi (“persona pulida”, término con el que se designa a aquellas personas que se encuentran en una categoría magistral dentro de un arte, con un grado mínimo de Cinturón Negro Sexto Dan), con una trayectoria de enseñanza marcial de casi cuarenta años.

 

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Si tuviéramos la cultura ancestral que en gran parte de oriente se tiene sobre el yin y el yang, las interacciones, generaciones y dominaciones de la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua, seguramente gran parte de este libro sería innecesaria.

La verdadera aportación reside en el análisis de las actitudes mentales, los recursos técnicos y las evoluciones marciales de muy diferentes consideraciones que quedan englobadas en las ideas y conceptos de los cinco elementos. Un enfoque muy interesante y valioso.

El libro es un tratado teórico que he tenido la fortuna de ver en aplicaciones técnicas en diferentes cursillos y ponencias, y cuya eficacia he podido constatar a nivel práctico.